Boi Ruiz destaca que la satisfacción de los usuarios del sistema de salud "es mejor que antes" de los recortes.
El conseller cree que una huelga en el sector sería la "peor de las soluciones" y constata que la crispación es por la cuestión labora.
"No hemos dejado 
de prestar ningún servicio. Ningún catalán puede decir que tiene menos 
prestaciones que antes". Así de rotundo se ha mostrado el conseller de 
Salut de la Generalitat, Boi Ruiz, a la hora 
de justificar las medidas de ajustes emprendidas por el Govern 
en el sector sanitario y el balance, a su juicio 
positivo, que el sistema tiene pese a todo entre los usuarios.
Ruiz constata 
que los usuarios volverían al sistema público si fuese necesario y que el 
balance es "mejor que antes". "Otra cosa es que haya un camuflaje, con 
pancartas, ruidos, protestas, una crispación por la cuestión laboral", ha 
opinado el conseller. "Constato, según los resultados del balance, que los 
servicios de llegada de emergencias, de atención, son mejores", por lo que en 
Catalunya no se deben mezclar los criterios sanitarios con los 
políticos.
La razón que 
arguye el conseller es que "hemos creado la expectativa en el ciudadano de que 
el sistema está en guerra, de que será terrorífico... Pero lo cierto es que el 
sistema funciona y el usuario lo constata porque cuando sale ve que le han 
tratado muy bien, como no podía ser de otra manera", ha señalado el 
conseller.
En declaraciones 
a TV3, el conseller ha vuelto a incidir en el hecho de que el sistema sanitario 
catalán no sólo "no tiene dinero sino que no hay nadie que nos lo deje" y ha 
justificado las medidas que desde el principio planteó el Govern para reconducir 
la situación, con más esperas, visitas en lugares diferentes a los habituales 
(CAP) y esfuerzos entre los sanitarios para evitar sacrificios de puestos de 
trabajo fijos. En este ámbito, Ruiz ha agradecido a los trabajadores sanitarios 
su preferencia por los ERE temporales, que pretenden reducir horas de trabajo, a 
cambio de que no haya despidos.
El responsable 
de Salut ha justificado que su departamento está poniendo en marcha todo aquello 
que ya avisó que haría y que no habrá más ajustes. Sin embargo ha reiterado que 
el sistema tiene un problema económico grande en este ejercicio y que si no 
bajamos los costes, el sistema no será viable. Así, Ruiz ha justificado el plan 
de reducción de costes por la distribución de los mismos: "No olvidemos que el 
65% corresponde a sueldos, el 30% a farmacia y el 5% a consumo de material, 
etc".
Sobre el nuevo 
criterio para la gestión de las listas de espera, el conseller ha querido dejar 
claro que el criterio médico está por encima de todo y es el que fija la fecha 
para la operación. Sobre los casos de afectaciones cardíacas y de cáncer ha 
aclarado que no es que los enfermos se tengan que esperar 45 días para ser 
operados sino que se les debe operar cuanto antes y que la señal de alerta salta 
a partir de los 45 días, por lo que es un método de control para el Servei 
Català de la Salut que buscará la razón por la que no ha sido atendido a partir 
de ese plazo.
Además, el 
conseller ha justificado el criterio médico, y por tanto el de prioridad, que 
afectarán a las listas de espera: "Hay enfermedades que deben ser operadas que 
no son operadas", y ha puesto el ejemplode la vasectomía. Así, "ahora 
priorizamos los que pasa con los enfermos porque hasta ahora, cuando un enfermo 
superaba el tiempo de espera era él el que nos avisaba, y ahora no será 
necesario porque lo programamos nosotros con criterios médicos".
El conseller 
también ha considerado que sería necesario un acuerdo con el Estado para que se 
lleve a cabo la reforma del sistema de salud español que permita incrementar los 
recurso y empezar de cero sin los aprietos delcalibre actual. Ruiz ha recordado 
que esta reforma acordada nunca se llevó a cabo y que por tanto las 
administraciones autonómicas se encuentran en el aprieto de no poder incrementar 
los recursos del sistema. Ante esta situación, el sistema catalán sigue las 
recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que insta a buscar 
fórmulas imaginativas de financiación sin que repercutan en el usuario. Por esto 
motivo Ruiz ha rechazado la propuesta del copago, sobre todo ahora, en tiempos 
de crisis económica.
 

 





