El Gobierno catalán
sigue sin ofrecer un balance real de afectaciones
- De las 4.300 camas de toda
Cataluña, 923 están inactivas, según datos de UGT
- Los sanitarios podrían
perder media paga de Navidad y apenas tienen guardias
- 22 ambulatorios han cerrado
y otros 56 ya no tienen urgencias nocturnas
domingo 02/10/2011 20:59 horas
Las naranjas del malabarista de palabras caen al suelo cuando las cifras le
dan una bofetada. El gobierno de CiU, que insiste en que la atención sanitaria
no se ve afectada por los recortes en su presupuesto,
habla de
reorganización del sistema sanitario y reunificación de servicios.
Camas, médicos, quirófanos y ambulatorios se han quedado fuera de dicha
reorganización y reunificar servicios no significa más que salvar uno y 'matar'
tres. Pese a la
poca transparencia del Gobierno catalán, que
sigue sin ofrecer un balance real de servicios afectados, las cifras no
engañan.
El dinero para gastar en sanidad es, en 2011, un 10% menos que
en 2010. En monedas (muchas):
900 millones de euros.
Pero, ¿de dónde se rascan?
Menos camas, menos quirófanos, más listas de espera
El primer hachazo se lo llevaron los hospitales. Primero en Semana Santa,
luego en verano y, en breve, durante el Puente de
la Constitución,
los
centros funcionan a medio gas. Las operaciones se retrasan y el
problema empeora cuando, pasado el color rojo del calendario, no se recupera la
normalidad y los hospitales siguen sin estar al 100%.
De las 4.300 camas de toda Cataluña, 923 están inactivas, según datos de
UGT. La tan defendida unificación de servicios implica que las grandes
operaciones sólo se realizan en los cuatro hospitales universitarios de
Barcelona (Bellvitge, Sant Pau, Vall d'Hebron y Clínic), que comparten unidades
como Radiología.
Las ambulancias reducen sus horas de servicio
en alrededor de un 10%, la cifra base del 'tijeretazo' sanitario. El caso más
grave es el del Hospital Dos de Maig de Barcelona: se enfrenta a un cierre
definitivo, que un grupo de directivos
pretende
evitar comprando el centro.
La Generalitat
insiste: la dieta al presupuesto no afectará la atención al paciente, pero los
sindicatos denuncian que la espera en Urgencias de algunos centros hospitalarios
ya se dilata hasta nueve horas. Visto lo visto, la sagrada norma aprobada en
2002 que marcaba el límite de paciencia para una operación en seis meses ha
quedado, como mínimo, desfasada. El conseller ya
anunció
que redefinirá los criterios de las listas de espera. O, jugando de nuevo con
las naranjas: "La calidad de los servicios no está en la espera, sino en
la calidad".
- El Hospital Clínic
de Barcelona fue uno de los primeros en echar mano de la tijera
cuando suprimió las puertas de las urgencias de la calle Valencia.
- En el Hospital de
Bellvitge, durante el verano, se cerraron la mitad de los
quirófanos y 400 camas. Un grupo de cirujanos se ha ofrecido a operar los
días festivos para intentar frenar el crecimiento de la lista de espera en
pacientes con cáncer. El centro se ha negado.
- En el Hospital de
Sant Pau de Barcelona se ha cerrado una planta, que se traduce en
36 camas menos para los pacientes. Los viernes, además, las consultas
externas están cerradas.
- En Vall d'Hebron,
un 10% de las camas no acogen pacientes.
- Durante julio y agosto, el Hospital
Can Ruti de Badalona cerró un quirófano, una planta de
traumatología y 100 camas.
- Santa Coloma
suspendió las operaciones en julio, agosto y septiembre.
- En el Arnau de Vilanova de Lleida,
120 camas dejaron de funcionar durante el verano.
- El Hospital de
l'Esperança del barrio de Gràcia de Barcelona ha cerrado sus
urgencias nocturnas, lo que ha puesto en pie de guerra a medio barrio.
22 ambulatorios menos
Los siguientes en pasar por el colador del recorte fueron los ambulatorios.
22 han cerrado definitivamente, 56 han perdido las urgencias nocturnas y 32 ya
sólo atienden por teléfono. Centenares de vecinos han provocado
sonoros
encierros contra estas medidas, que
los obligan a desplazarse a
municipios próximos para ser atendidos de urgencia. Al cierre nocturno
se suman las farmacias, que ya
han
empezado a bajar las persianas de noche en los pueblos en los que no existe
servicio de urgencias.
- En Barcelona
se han reducido los horarios de varios Centros de Atención Primaria (CAP),
que derivan a sus pacientes a otros ambulatorios o a los hospitales. El
CAP Manso, por ejemplo, recibe los casos urgentes de otros ocho
ambulatorios de la capital catalana.
- En Badia del Vallès,
donde el servicio de urgencias también atendía a los vecinos de Cerdanyola
del Vallès y Barberà, el cierre durante la noche obliga a los pacientes a
acudir al hospital de Sabadell. El problema es que en el municipio no hay
servicio de taxis ni autobuses nocturnos para poder desplazarse hasta
allí.
- El CAP de Viladecavalls
estuvo cerrado durante todo el verano. Algunos profesionales del centro decidieron,
por su cuenta, visitar a los pacientes más graves durante dos horas al
día.
- No son los únicos. Los
vecinos de Arbúcies, Molins de Rei, Castellar del Vallès,
Vallirana, Sant Andreu de Llavaneres, Olesa de Montserrat y Montgat,
entre otros, ya no cuentan con atención médica de urgencia en su
municipio.
La amenaza del ERE
La tijera amenaza, en tercer lugar, al castigado bolsillo de los
profesionales sanitarios. Como el resto de funcionarios,
ya sufrieron
la rebaja del 5% de su salario en época del gobierno tripartito. Los
primeros recortes de los hospitales, obligados a adelgazar sus presupuestos,
acabaron con la reducción a la mínima expresión de horas extra y guardias, unos
complementos que suponen, en muchos casos, la mitad del salario que reciben los
médicos a final de mes.
Desde el inicio de la crisis sanitaria no se cubren vacantes por bajas,
jubilaciones y, mucho menos, vacaciones, ni se renueva al personal eventual. Y
entonces
llegaron los ERE (Expediente de regulación de empleo)
-abrió la veda en abril el Hospital Plató de Barcelona, con 38 trabajadores despedidos-.
Muchos trabajadores han decidido apretarse el cinturón, en forma de reducciones
de jornada o sueldo, para evitar más despidos.
Pero el Govern quiere recortar un poco más en gastos laborales. En concreto,
ha propuesto
ahorrarse 45 millones de euros gracias al retraso
en el pago de horas extra y guardias y la reducción a la mitad de la paga de
Navidad de los 40.000 profesionales sanitarios del Institut Català de
la Salut (ICS). Este último
apretón, que aún se está negociando con los sindicatos, terminó por
desbordar
la paciencia de centenares de sanitarios.
- Casi el 40% de la plantilla
del Hospital de Sant Pau está afectado por un ERE
temporal. 63 trabajadores dejarán de ir a trabajar durante 15 meses y
otros 1.428 lo harán durante 15 días.
- El Parc Salut Mar, que
gestiona el Hospital del Mar de Barcelona, el de La Esperanza y el
Centre Fòrum, entre otros, ha suspendido de empleo durante 18 meses a 78
empleados.
- Los sanitarios del Hospital
Clínic han renunciado a los complementos salariales para evitar
despidos.
- Los trabajadores del
hospital de Blanes han renunciado a la paga de objetivos
y han aceptado una reducción de la jornada para evitar el ERE.
- En Sant Celoni, 70
empleados entre médicos, enfermeras y otro personal están afectados por el
ERE.
- En el Hospital Parc
Taulí de Sabadell también han aceptado suspensiones de jornada.
- 146 empleados de la Mútua de Terrassa
dejarán de trabajar durante un año y 700 reducen su jornada un máximo de
un 12,5%.
- 40 de los 800 trabajadores
de Igualada sufrirán el ERE.
Eva Belmonte | Cristina Rubio | Barcelona. El mundo.es