RETALL DE PREMSA: El País
F.  B. -  Barcelona - 14/07/2011
El  consejo del Consorcio Sanitario Integral (CSI) destituyó ayer a la presidenta  del organismo, la socialista Núria Marín -alcaldesa de L'Hospitalet de  Llobregat-, a raíz de que esta insistiera públicamente en oponerse al cierre del  histórico hospital Dos de Maig, centro gestionado por el CSI. El consorcio,  entidad con mayoría de representantes del Departamento de Salud y de militancia  convergente, acordó la destitución por "motivos razonables y lógicos ante la  divergencia constante de opiniones", admitieron fuentes del departamento. El  vicepresidente del CSI, Antoni Poveda, alcalde de Sant Joan Despí y también  socialista, cesó por los mismos motivos. Marín fue sustituida por Joaquim  Serrahima y Poveda por Carles Constante.
Los  destituidos ya habían rechazado aprobar los últimos presupuestos del CSI y eran  los únicos cargos del PSC en un consorcio formado por miembros del Departamento  de Salud, lo que se traducía en un enfrentamiento permanente entre los  representantes socialistas y los de CiU; el último, motivado por el anuncio  delcierre del Dos de Maig. "Puede interpretarse como una pelea política, pero el  consorcio tenía intención de mantener el Dos de Maig antes del cambio de  Gobierno. Solo hemos defendido la sanidad pública", afirmó Marín.
Salud culpa a Cruz Roja
La  pérdida de estos cargos (los destituidos mantienen su puesto en el consejo del  CSI porque así lo dictan los estatutos del consorcio) llega en plena batalla  vecinal por salvar el Dos de Maig, que presta servicio a unas 130.000 personas  del Eixample y provocó un rifirrafe entre concejales del Ayuntamiento de  Barcelona. La portavoz del grupo municipal del PSC, Assumpta Escarp, calificó  las destituciones de "inadmisibles" y pidió al alcalde, Xavier Trias (CiU), que  se oponga públicamente a los ceses y defienda "la sanidad pública de la  ciudad".
El  consejero de Salud, Boi Ruiz, insistió ayer en insinuar que la culpa del cierre  del Dos de Maig es de la Cruz Roja, propietaria del inmueble donde se halla el  hospital. "Si el edificio fuera nuestro, podría continuar. Volveremos a  reunirnos con la Cruz Roja", señaló en una entrevista a Catalunya Ràdio.
"Es  injusto", señaló Marín. "Si alguien ha tenido paciencia y flexibilidad es la  Cruz Roja", aseguró. "Porque el consorcio iba a comprar el edificio por unos 25  millones, pero la nueva Generalitat lo paralizó".
 
 






