nuevatribuna.es 20 Diciembre 2011 -
Dentro de la política de recortes que está
sufriendo nuestro sistema de protección social, uno de los más significativos
es el de la sanidad pública. Debemos ser conscientes de que esto es totalmente
evitable, si aplicáramos una política económica distinta del neoliberalismo.
Nos dicen que está política económica es la única
posible, y en consecuencia, que debemos aceptarla con resignación cristiana.
Los que afirman ésto, solo hacen política ideológica de derechas, donde la
única finalidad es preservar y aumentar los beneficios de los ricos,
detrayéndolos de la inmensa mayoría de los ciudadanos.
¿Qué significa la privatización
sanitaria?
El primer argumento utilizado, es que se gasta
mucho en la sanidad pública, con un costo que nuestra economía no puede
soportar. Esto es mentira como veremos posteriormente.
Debemos saber, que nuestro país es uno de los
países de la Unión
Europea a 15 que gasta menos por habitante en sanidad. Su
coste es de 1.673 euros anuales frente a los 2.103 euros de la media europea.
Sólo el 4,1 % de la población adulta trabaja en el sector sanitario de nuestro
país, uno de los más bajos, pues en la
UE-15 (países de desarrollo parecido al nuestro) es del 6,6%.
En los últimos diez años, el crecimiento
sanitario ha sido del 2,7%, mientras que en los países de la OCDE ha sido del 4,1%. Como
dice Vicenc Navarro “gran parte del crecimiento sanitario en España ha sido en
el sector privado. España es uno de los países en los que la población paga más
por servicios sanitarios privados, y ello es consecuencia del subdesarrollo del
sector sanitario público”. La solución pasa inevitablemente no por recortar en
sanidad pública, sino en invertir más. Si nos imponen Europa, reclamemos
ser europeos no sólo en los recortes, sino que queremos serlo con las mismas
prestaciones sociales.
El gran problema no es el gasto del
Estado sino la falta de ingresos. En el año 2007, los ingresos del Estado
español era del 41,1 % de su PIB y la de los países de la zona euro era del
45,5% del PIB. En el año 2011, los ingresos del Estado español baja al 34,5% de
su PIB, mientras que los de la eurozona es del 44,4 % de su PIB. Este es el
problema, un problema de fiscalidad, donde los ricos se niegan a pagar lo que
deben en función de su riqueza económica.
¿Es la sanidad privada más barata y eficiente?
Desde hace años, escuchamos a la neoliberal
Esperanza Aguirre, que hay que privatizar la sanidad pública, porque la
privada es mucho más barata y eficiente. Que mejor que utilizar los
datos, que aparecen en los presupuestos de la Comunidad de Madrid,
presidida por ella misma, para que no se me acuse de manipulador y podamos
responder a este mantra neoliberal de la Sra. Aguirre.
En el año 2010, la comunidad de Madrid tenía el
presupuesto/cama/ año en sus centros públicos en 277.375 euros, frente a los
434.686 euros de sus conciertos con los hospitales de gestión privada o
semiprivada. En el año 2011, el presupuesto/cama/año en los centros públicos
fue de 307.187 euros, frente a los 485.970 euros de los privados o
semiprivados, es decir, un 58,2% más cara la cama en el sistema privado que en
el público ¿dónde está la eficiencia económica Sra. Aguirre?
Por qué sistemáticamente nos miente. Estos datos están en sus presupuestos,
mírelos y rectifique.
Veamos otros datos. La Comunidad de Madrid
concierta camas con la multinacional sanitaria sueca Capio en sus distintos
hospitales por 535.000 euros o por ejemplo paga por una cama en la Fundación Jiménez
Díaz por 675.000 euros ¿Qué tiene que decir la Sra. Aguirre a estos
datos extraídos de sus presupuestos? A pesar del escandalo de
estos datos, en los presupuestos de 2011 se han incrementado los fondos
destinados a la sanidad privada en un 30%, mientras que los recortes en la
sanidad pública madrileña han supuesto un 9%.
Siguiendo el modelo de gestión semiprivada
de la sanidad, la Comunidad
de Madrid ha abierto siete hospitales con criterios de gestión semiprivada. Su
coste de construcción estaba presupuestado en 701 millones de euros. Sin
embargo, la gestión semiprivada, cuando se termine de pagarlos resultará su
coste en unos 5.000 millones de euros, es decir con un encarecimiento de más de
700% ¿Es esto una gestión eficiente o un saqueo?
En Navarra, la Cámara de Comptos ha cuestionado los costes de
los conciertos con la
Clínica Universitaria (OPUS DEI) y otros privados, al
considerarlos excesivamente altos.
El modelo neoliberal, por el que se rige
Esperanza Aguirre, es el sistema sanitario norteamericano. Estados Unidos tiene
un gasto sanitario el más elevado de la
OCDE, llegando al 17% de su PIB, siendo el reino del negocio
de las empresas privadas sanitarias. El 20% de la población norteamericana no
tiene ninguna cobertura sanitaria y el resto con muy escasas coberturas, por
supuesto muy lejos de las que da cualquier sistema sanitario público europeo
Su sistema sanitario es pésimo, salvo en cuatro hospitales de renombre. Sus
empresas sanitarias y farmacéuticas son las reinas del beneficio en Wall
Street, donde lo que importa es el beneficio y nunca la persona.
El gasto sanitario español ronda entre el 9-9,5%
del PIB y el del eurogrupo sobre el 12% con potentes sistemas públicos y
amplias coberturas, atendiendo al cien por cien de la población, cosa que no
hace el sistema norteamericano. En cualquier evaluación objetiva no tiene color
entre el sistema europeo sanitario y el ínfimo norteamericano.
Si se consigue imponer el sistema privatizador de
Esperanza Aguirre tenemos asegurado, que tendremos muchas menos prestaciones y
las que ofrezcan mucho más caras, el negocio es el negocio. Se ha denunciado,
que en el sistema privado se realizan muchísimas intervenciones
quirúrgicas innecesarias con la finalidad de obtener más beneficios.
Resulta descarado que los sectores que apoyan la
reducción del gasto público sanitario por insostenible, son los mismos que
piden fuertes desgravaciones fiscales para sus seguros sanitarios privados.
Otro modelo a analizar es el sistema sanitario
holandés de gestión por mutuas, que fue impuesto por la derecha política. La
cobertura sanitaria es universal y obligatoria. El Estado fija los
límites de los servicios de salud esenciales. Su gestión está en
manos de aseguradoras privadas que no pueden rechazar a nadie, ya sean enfermos
crónicos o ancianos. El coste a pagar por el asegurado es de unos
170 euros mensuales. Abarca esta cobertura la atención de los
médicos de familia, hospitales, especialistas y obstetras.
El objetivo de la derecha política holandesa era
que dejando la sanidad en manos de entidades privadas, se lograría un
mejor servicio sanitario, libre de regulaciones y sin listas de esperas, es
decir, aplicar las ideas neoliberales ¿Qué sucede diez años
después de su implantación? La revista Salud 2000, al hablar del
sistema holandés cuantifica, que hay unos 150.000 holandeses sin seguro
sanitario y más de 320.000 son insolventes y no pueden pagar dicho
seguro, por lo que ya son un 5% de la población que en 2011 están sin cobertura
sanitaria.
El otro objetivo era conseguir una reducción del
gasto sanitario. Siguiendo los datos de la Central de Estadística, Holanda destinó a sanidad
el 14,8% de su PIB en el año 2009, muy por encima de la media europea y casi un
60% más que nuestro país. En los datos sanitarios de 2010 hubo un desvió de más
de 1.400 millones de euros. En consecuencia, a partir de 2012, son reducidas
las prestaciones de la cobertura básica. Veamos algunas consecuencias, en
fisioterapia, las veinte primeras sesiones correrán a cargo del paciente. Habrá
que pagar una parte mayor de las medicinas y la prima de aseguramiento
sanitario sube un 30% pasando de 170 euros a 210, es decir pagar más para que
te den menos.
Este es el modelo fracasado de sanidad privada
que nos quiere imponer el PP. ¿Nos podría explicar Esperanza
Aguirre quienes son los miembros ejecutivos de la multinacional sanitaria sueca
Capio que tantos beneficios obtiene en Madrid? Les suena los
Lamela, Guemes y compañía, todos ellos consejeros de sanidad en los gobiernos
de Esperanza Aguirre.
Ya podemos ver que es el modelo neoliberal
sanitario, donde la calidad y eficiencia económica brilla por su
ausencia, es lo que nos está imponiendo el Partido Popular.
Privatización sanitaria significa un retroceso en prestaciones, donde el
bienestar del hombre es sustituido por el negocio. Hay unos derechos humanos
básicos, sanidad, educación, pensiones… Que nunca deben estar bajo la óptica
privada, sino que deben ser unos bienes exclusivamente públicos. Defendamos los
derechos públicos.